Tema II. El internamiento en instituciones: “el gran encierro”:
¿productividad?, ¿filantropía?, ¿castigo?

Con
la revisión de este tema se pretende que los futuros maestros de educación
especial, analicen
lo ocurrido durante el Renacimiento y los siglos subsecuentes, en los cuales
fueron notables los avances en diversos campos del saber científico, sólo que
ello no
alcanzó a un sector de la sociedad, el de “los desheredados” y entre estos, los
que manifestaban
algún grado de “anormalidad”.
El
tratamiento que en general se dio a quienes manifestaban “locura” fue,
generalmente, despiadado
y llevó a la creación de los llamados “hospitales”, que eran más bien lugares
donde se llevó a cabo “El gran encierro”, con la finalidad inicial de apartar
del mundo
social a quienes llegaron a sufrir esa condición.
El
modelo general que se adoptó para conservar un control, lo más estricto posible sobre
los recluidos tanto en cárceles como en asilos, fue el “Panóptico”, que tenía
como tendencia
general que las personas detenidas en estos sitios llegaran a ser productivas, y
que, tal vez pudieran reintegrarse a la sociedad si su conducta lo ameritaba.
En
ese tiempo se presentaron algunos avances médicos en cuanto al tratamiento de personas
llamadas “anormales”. Sin embargo esto no fue el rasgo común.
Para el siglo XIX, las condiciones económicas y políticas fueron gradualmente cambiantes y la situación de los “anormales”, también tendió a modificarse.
A
finales del siglo xiv, la hegemonía del pensamiento medieval empezó a declinar dando paso
a un movimiento cultural que se extendió desde el siglo XV hasta principios del XVI, abarcando
todos los países europeos: el Renacimiento. Este movimiento se caracterizó por
un florecimiento en todos los aspectos del conocimiento humano: el arte, la
arquitectura, la
literatura, la música, la filosofía y las ciencias.
En el
aspecto científico se produjo un cambio fundamental: de una actitud
especulativa, pasiva
y contemplativa acerca del conocimiento, se transitó hacia una nueva concepción
basada en la investigación de la naturaleza con el apoyo en la observación y la
experimentación, esto es, en el método empírico.
Las
bases de esta efervescencia intelectual se pueden ubicar en los aportes
científicos de
Francis Bacon
en los razonamientos filosóficos de René Descartes. Bacon destacó la importancia que trae consigo el desarrollo de la ciencia y la técnica para el binestar social. Asimismo, en la adquisición del conocimiento adjudicó un papel relevante a la experiencia y a la práctica (empirismo), en sustitución de la simple especulación; además, en los procesos de investigación de los fenómenos naturales propuso el método inductivo: partir del conocimiento de los hechos particulares para llegar al
en los razonamientos filosóficos de René Descartes. Bacon destacó la importancia que trae consigo el desarrollo de la ciencia y la técnica para el binestar social. Asimismo, en la adquisición del conocimiento adjudicó un papel relevante a la experiencia y a la práctica (empirismo), en sustitución de la simple especulación; además, en los procesos de investigación de los fenómenos naturales propuso el método inductivo: partir del conocimiento de los hechos particulares para llegar al
establecimiento
de las leyes o principios que los generan.
Descartes
aportó las bases de la filosofía moderna y fundamentó los principios de la razón,
tanto en la ciencia como en los aspectos humanos. Con ello, se propició que la filosofía
renacentista alcanzara su madurez, al favorecer la creación de nuevos sistemas metafísicos
derivados de la separación entre la teología y la filosofía.
El
nacimiento de la ciencia moderna, a partir de la observación empírica
desarrollada durante
el siglo XVII, dio inicio a un
movimiento cultural y científico que se desarrolló ampliamente
durante la siguiente centuria.
Las
preocupaciones en esa época respecto a la organización del Estado, la economía y la
participación social en el quehacer público, y sobre todo, las referentes a la
nueva concepción
de hombre, impulsaron el desarrollo de las ciencias. Entre ellas, sobresale la
medicina, de la cual se encuentran antecedentes en el Primer tratado anatómico,
publicado por
Andrés Andrés Vesalio (1514-1564), que permitió conocer la estructura interna del
cuerpo
humano.
A
partir de los avances en la anatomía, surgen planteamientos para atender el
cuidado del
cuerpo, a través de la higiene corporal, y para la conservación y el
mejoramiento de la
salud. Sin embargo, la preocupación que prevaleció hasta el siglo XVII, sólo por una apariencia
externa, es desplazada por la atención más compleja, que valora los recursos físicos,
la resistencia, los “vigores ocultos” y la higiene, en busca de la eficiencia
total del cuerpo.
En
relación con los grandes temas acerca de lo que actualmente llamamos “Educación Especial”
que, durante siglos, no existió, cabe mencionar que en la Edad Media y más
tarde, durante el Renacimiento, a las personas que llegaban a manifestar alguna “anormalidad”,
principalmente mental, se les trataba con represión, se les excluía y castigaba;
en el mejor de los casos, se les “protegía” o “confinaba” dándoles asilo,
generalmente en
malas condiciones, como un acto de “caridad”, bajo el signo de lo que se
llamaba
“beneficencia”.
Lo
más común era que a los deficientes mentales se les llamara “locos” y no era extraño
que los relacionaran con algo demoníaco. Estas condiciones prevalecieron por mucho
tiempo más, abarcando casi a todos los países, hasta bien entrado el siglo XIX.
Son
las investigaciones referentes a los siglos XVII y XVIII, las que dan una visión un tanto
más clara de lo que ocurría con las personas con requerimientos de educación especial,
y es Michel Foucault, quien en sus obras, entrega un relato bastante preciso acerca
de aquello que era prisión, centro de producción, “escuela”, “lugar de
regeneración”, y que
cumplía con una serie de funciones más en el mismo lugar.
Como
afirma el maestro Antonio León Aguado: “las concepciones dominantes están presididas
por el pesimismo y el negativismo. Las deficiencias siguen siendo consideradas permanentes,
constantes e inmutables y producen la segregación indiscriminada y el internamiento
masificado, el gran encierro.
En
1791, Jeremy Bentham publicó un libro llamado Panópticos, en el cual escribió sus
experiencias y propuestas acerca de la administración de las casas de
penitencia denominadas
de esta forma, con la finalidad de mejorar y optimizar el funcionamiento de
las mismas. Señaló las reglas que a su juicio deberían aplicarse y las diversas
formas para
administrar los establecimientos, sugiriendo que lo mejor sería lo que llamó
“administración
por
contrata”; destacó las características que debía tener el edificio llamado
“panóptico”
para que la administración pudiera observar todo cuanto ocurriera en cualquier
parte del mismo.
Expresa
como medidas convenientes la clasificación precisa y la separación por leyes, por
clases y por grupos; así como algunas sugerencias para favorecer una buena
organización de la
institución, entre ellas, las relativas al trabajo, a la alimentación, al
vestido, al
aseo, a la salud, a la instrucción y, hace particular énfasis en lo relacionado
con los castigos. Explica
los procedimientos que deberían aplicarse para otorgar la libertad a los
internos.
Esto en lo que llamó “panóptico subsidiario”, en donde existiría más libertad para
que los antiguos prisioneros mejoraran sus condiciones de vida. Consideró que deberían
establecerse panópticos en fábricas, escuelas, cuarteles, etc., para promover
la inspección
y la economía de recursos.
En el
resumen del documento, se destacan los principios característicos del
panóptico,la
custodia segura, la sanidad y limpieza, la economía, las precauciones para
vigilar a los
presos sueltos, así como las restricciones que deben llevarse a cabo contra el
interés personal
del director. Sugiere finalmente algunos usos del principio panóptico: “bien para
facilitar la asistencia de los enfermos, bien para hacer asequible la enseñanza
o para
alertar
al poder de la educación a un punto inconcebible hasta ahora”.
El
libro Vigilar y Castigar, de Michel Foucault, llega a profundizar el análisis del llamado “gran
encierro”. En éste se señalan aspectos muy interesantes acerca de lo que se
consideraba
disciplina,
por ejemplo:
- Una recta disciplina consistía en el buen encauzamiento de la conducta, ya sea en “hospitales”, “asilos” y otros centros de internamiento, incluso las escuelas.
- La buena vigilancia tenía el propósito de alcanzar el mayor grado posible de eficiencia para que todo funcionara de acuerdo con el orden establecido y cumpliera los propósitos de los guardianes de la institución, en especial de la dirección de la misma.
- El
edificio ideal para ejercer un mayor control era el panóptico, con todo esto se lograba
“Inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad que
garantice el funcionamiento automático del poder”, “Siempre puede ser
observado”, “En
la torre se ve todo sin ser jamás visto”, “En el anillo periférico, se es
totalmente visto, sin ver jamás”. El “panóptico” explicita el “poder”. El
“panóptico” es un lugar privilegiado para hacer posible la experimentación
sobre los
hombres y analizar sus transformaciones. El “panóptico” es un aparato de
controlsobre
sus propios mecanismos.
El “panóptico” es polivalente en sus aplicaciones: enmendar presos, instruir escolares, guardar locos, vigilar obreros, hacer trabajar a mendigos y viciosos. El esquema panóptico (se decía), sin anular ni perder ninguna de sus propiedades, está destinado a difundirse en el cuerpo social; su vocación es volverse en el cuerpo social una función generalizada.
Bibliografía
básica
Aguado
Díaz, Antonio León (1995), “El XVII y el XVIII, el gran encierro”, en Historia de las
deficiencias, Juan José Utrilla (trad.), Madrid, Escuela
Libre Editorial, (Tesis y Praxis),
pp. 107-116.
Foucault,
Michel (1998), “El gran encierro. Compelle intrare”, en Historia de la locura en la
época clásica I, México, fce (Breviarios), pp.75-125.
Bibliografía complementaria
Abbagnano,
N. y A. Visalberghi (2003), “Los orígenes de la ciencia moderna”, en Historia de
la pedagogía, Jorge Hernández Campos (trad.), México, fce (Obras de filosofía), pp. 280-287.
Bentham,
Jeremy (1980), “Parte segunda. De la administración del Panóptico”, en Panopticon or
the inspection-House, México, Archivo General de la Nación, pp.
25-56.
Bowen,
James (1992), “La revolución científica del siglo XVII”, en Historia de la educación occidental,
t. III. El
occidente moderno, Juan Estruela (trad.), 2ª edición, Barcelona, Herder,
pp. 67-76 y 94-97.
Foucalt,
Michel (2003), Vigilar y castigar. Nacimiento de la
prisión, México, Siglo XXI Editores.
Tópicos de indagación, reflexión y discusión.
1.
Durante los siglos XVII y XVIII hubo dos concepciones
divergentes en relación con las
que se consideraban “deficiencias notables en lo físico y en lo mental”. La tendencia
dominante, de carácter pesimista y negativista, que proponía medidas coercitivas
como la segregación y el llamado “el gran encierro”. La otra tendencia presentaba
un incipiente optimismo para el tratamiento de algunas de aquellas deficiencias.
Al respecto:
- ¿Por qué se presentaban esos diferentes criterios? y
- ¿Cuáles eran las principales diferencias y los resultados de ambas tendencias?
2. En
relación con la deficiencia mental, a finales del siglo xvi y hacia los primeros años
del XVII, fueron notables las
aportaciones de algunos médicos como Paracelso, Plater y Paré
- ¿En qué aspectos impactaron sus aportaciones? y
- ¿Qué resultados pudieron obtenerse?
3.
Durante el siglo XVIII, algunos descubrimientos y avances médicos entre ellos la circulación
sanguínea, la vacuna contra la viruela y el estudio del sistema nervioso, tuvieron
efectos sobre el tratamiento de las deficiencias mentales.
- ¿Cómo ocurrió este proceso?,
- ¿Qué alcances se lograron?,
- ¿En qué aspectos no fue posible que hubiera avances significativos para las personas con estas deficiencias?,
- ¿Por qué?
4.
Durante la segunda mitad del siglo xvi, el médico Ambrosio Paré atendió el problema de
las discapacidades físicas,
- ¿Cómo fue ello?,
- ¿Cuáles fueron sus principales condiciones en aquella época?,
- ¿Qué importancia tuvo su intervención para su época? y
- ¿Qué resultados posteriores podemos apreciar?
5.
Entre los aspectos más representativos, es notable el llamado “gran encierro”,
- ¿Cuáles fueron las causas que se externaron para llevarlo a cabo?,
- ¿Qué propósitos tenía?,
- ¿Cómo puede definirse?,
- ¿Cómo era el funcionamiento de los establecimientos donde se llegó a realizar?,
- ¿Hubo aspectos positivos, cuáles?,
- ¿Qué contradicciones se pueden encontrar en el funcionamiento de los internados? y
- ¿Cuáles fueron los cambios que tuvieron esos establecimientos?, ¿por qué?
6.
Aguado Díaz menciona la existencia de un “tratamiento moral”,
- ¿Quiénes y cómo lo llevaron a la práctica?,
- ¿Qué consecuencias hubo?, ¿trajo beneficios consigo?
7.
Uno de los avances más notables fue el de la psiquiatría a finales del siglo XVIII .
- ¿Qué puede decirse sobre esto?,
- ¿Qué efectos positivos y negativos pudieran considerarse?
Es
importante señalar algunas conclusiones mencionadas por Aguado
Díaz:
- ¿Cuáles son, valorando los alcances que para aquella época tuvieron?
- ¿Qué conclusiones es necesario considerar en la actualidad?, ¿por qué?
8. En
el siglo XVII se establecieron
instituciones genéricamente llamadas hospitales, uno
de estos fue el Hôspital Général de París, 
- ¿cómo funcionaba éste?,
- ¿cuáles otros había y a qué se dedicaban?,
- ¿cómo se relacionaban la locura, los mendigos y los pobres con los internados?
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